martes, 23 de enero de 2018

Creo que me gusta verte sufrir. Me gusta la idea de que estas sufriendo y al mismo tiempo acordarme lo que me hiciste sufrir a mi. Me da satisfacción. Me siento bien al saber que soy capaz de manejar esta emoción. Porque, por otro lado, me das lastima. Pero se que casi todas tus desventuras vienen de tu estupidez. Yo fui testigo de como cometías un error tras otro. Como derrochabas la vida, las oportunidades y las cosas buenas que se te presentaron. Y ahora te veo ahí, sentada en la orilla de la cama de este motel. Conteniendo todo tu sufrimiento y todas esas lagrimas, que por un instante parece que se desbordaran, y no lo hacen porque no debes arruinar este momento conmigo con tu drama. Así es la cosa. Me da una lección. Yo debo aprender de tu comedia. Porque verte así, es para echarse a reír, a carcajadas. Pero no yo. Quizá otro.

sábado, 20 de enero de 2018

Hace dos horas que regrese de hacer unos mandados. Puse ropa en la lavadora. Me lave los residuos de rinso de las manos. Ya esto sentado con la laptop enfrente. Todo, o casi todo lo que hago tiene que ver con este aparato, con Internet, y esta bien.  Últimamente me han estado dando vuelta estas ideas en la cabeza, mas que nunca, se entrometen en mis objetivos diarios, y croe que la solución es sentarme a escribir lo que sea. Tengo muchos, demasiados objetivos en la vida. Tantos que apenas logro discernir cuando son solo pura paja. Alguien con la gama de intereses que yo tengo debería de nacer genio, para no verse frustrado de solo poder dedicarse únicamente a unos pocos. Es una "mala jugada" del universo o de la naturaleza que eso pase. Mi situación es así y no hay a quien reclamar o nada que hacer para cambiar mi esencia