lunes, 23 de enero de 2017

El mudo ha dao muestra, potra vez, de su hostilidad. No veo, como dicen otros, senales que el mundo sea un buen lugar. No veo alicientes que me animen a pensar que este pais puede o merece algo mejor. Creo que merece su autodestruccion. Pero no sera destruido. Permanecera hasta el dia que la humanidad deje de existir como tal. Este pais es como una mostacilla pegada en la piel del mundo. Por mundo me refiero no a la esfera terraquea, sino al mundo civilizado, al conjunto de los demas paises, al conglomerado de naciones que si integran La Humanidad. No estos salvajes que me encuentro todos los dias, en las calles, en los buses, pitando desde sus carros detras de mi en el trafico pesado; esos que solo piensan en irse a comprar, a consumir, a ver con que bazofia se hartan y se llenan las barrigas, esos cuya unica finalidad es coger, coger y engendrar como consecuencia, y abortar o abandonar o ser malos padres o no serlo, esos que se meten en la cabeza toda la basura que les avientan los medios. Esos basuras, esas criaturas despreciables son lo que yo me encuentro cuando salgo, cuando por desgracia debo de ir a algun lugar. Ya ni en la carretera, cuando salgo a correr, me puedo liberar de estas sanguijuelas, babosas apestosas, los encuentro caminando, corriendo tambien, pasan imprudentemente veloces en sus carros, van atestando los buses, bajandose de ellos o subiendose, mierdas, como quisiera tener un momento de soledad en la carretera mientras voy a correr, asi como en tiempos de la guerra, que mal que se halla acabado la guerra, las matazones, eso era lo que controlaba la natalidad en este pais de bestias, al guerra, la imbeciles metiendose a la guerrilla y los pobres diablos que reclutaba el ejercito, mandados a entrematarse, decenas, cientos, matandose de lo lindo, mientras que hacian, muriendose, espacio para poder vivir en este infierno, que mal que se acabo al guerra.

viernes, 20 de enero de 2017

La taza tiene el ultimo sorbo de cafe. Esta tibio ya, demasiado dulce por el azucar que se asento en el fondo. Me gusta pensar que el buen cafe tiene un sabor a tierra negra, al polvo del grano molido.

miércoles, 18 de enero de 2017

El gordito iba sentado con el codo sobre el brazo del asiento. Es un solo brazo que comparten los dos asientos. Yo ocupe el lugar junto a el. Me hacia estorbo su codo, y su volumen total. Pero como tenia mucho sueno(aun tengo pero tengo muchas cosas por hacer) me dormi casi de immediato.
Cuando llegue a la casa cene, descanse un rato y practique algunos rifs que me se. Me dolieron los dedos pero no ya como ayer. Para ser exacto lo que me dolio fueron las yemas de los dedos de la mano izquierda. El lunes pasado fui a comprar unetas a la tienda de musica

lunes, 16 de enero de 2017

Los vigilantes se alborotan como abejas cuando yo entro y circulo por el centro comercial. El enano centro comercial. No entiendo porque. Podria ser porque tengo cara de enojado. O mas probablemente porque se nota algo en mi. Una mala voluntad, una intencion negra. Si yo pudiera los abriria de tajo en el abdomen. Pero hoy estoy atento a otra cosa. V llegara hoy al cafe a tomarse conmigo un te. Caliente para ella, helado para mi. Esta mujer consigue maridos. Es decir, consigue maridos para vivir. Hombres que la mantengan. Esto no terminara bien.

jueves, 12 de enero de 2017

Iba sonando GunsnRoses, el bus paso algunas veces, se atoro en el trafico frente a la zona franca. El sol de las 5 de la tarde se detenia en medio de las ramas, permanecia entre ellas, como una nube dorada, como un pedazo de algodon color miel.

miércoles, 11 de enero de 2017

Corriendo en la casi oscuridad de la carretera. Hay pocas lamparas que sirve, lo que me ilumina son los carros que pasan con los faroles encendidos. Los buses, los camiones, las rastras. Me estoy superando poco a poco en esto de correr. He llegado ya a cubrir once kilometros en solo un mes. Hoy corri apenas unos 6 porque es dia de trabajo. Pero si alcanzare mi meta. Todos estos payasos que encuentro arrastrandose (ellos dicen que corriendo) solo me veran pasar. No tengo que ver nada con ellos. Estamos en esferas distintas, y no porque yo resista mas, o porque corra menos. Sino porque para mi correr es una actividad espiritual. Un ejercicio del aliento vital. Por eso, en este proceso de aumentar la distancia recorrida, reducir el tiempo, cosas me seran reveladas. No como antes, sino que amplificadas, ciclopeas, en todo su esplendor. Por eso corro. Por eso vivo. Diferenciandome perfectamente de estos gusanos que encuentro por la calle: los otros, la gente comun.