sábado, 17 de diciembre de 2016

D8. Espero que mi número aparezca en la pantalla azul y que la voz pregrabada lo diga. Estoy sentado junto a los demás clientes que también, los hombres, han sido revisados por el vigilante que les ha preguntado si portan armas. "No". "Sólo mi mente, pero aún no he aprendido a usarla como tal". Debido a que soy lento toma tres o cuatro turnos darme cuenta que se me ha dado la prioridad más baja. Otros que han venido después que mi ya han pasado. Seguro son lo que quieren renovar contrato, o alguna cosa asi, en fin, a pagar más dinero del que pagan ahora.  Pero yo he venido preparado, saco de la mochila un libro de Palahniuk y empiezo a leerlo. Es una novela narrada en primera persona, y como de alguna manera he relacionado a Palahniuk con Hunter S. Thompson, leo la narración con la voz de Jhonny Depp, en su papel de Hunter en la película Fear and Loathing in Las Vegas. Vengo preparado, bastardos. De cuando en cuando veo al vigilante, dejo que se de cuenta que lo miro, también veo a los agentes de atención al cliente en sus escritorios, veo a las cámaras puestas estrategicamente en las esquinas del techo, y luego vuelvo plácidamente a las páginas del libro, y disfruto de mi lectura como si estuviera en el patio de mi casa. No me largaré hasta que mi queja sea oida y resuelta. Debo de tener más paciencia que ellos. Esa es la manera de vencerlos. De vencer en general.


Voy en el bus, junto a la ventana, con el libro abierto. La voz de Depp se mezcla con la voz del otro loco que va vociferando en los asientos de atrás. Se cree pastor, se cree Juan El Bautista. Hijueputa loco. Bien harían en bajarlo y verguiarlo en la acera